Empecemos la conversación.
Estimados foristas, para empezar esta conversación quiero llamar su atención sobre una idea que me ha inquietado hace mucho tiempo y que incluso me sirvió para escribir una novela: cuando nos enseñaron en la universidad que la noticia no es que un perro muerda a un hombre sino que un hombre muerda a un perro, nos pusieron a buscar ese hombre literalmente «caníbal» (que se alimenta de canes) o incluso a inventarlo, porque probablemente no exista, con tal de lograr el titular. Y de paso nos condenaron a la ceguera frente a lo conmovedoras que pueden ser las historias de los miles de personas reales que algún día fueron mordidas por un perro. Esas son las que deberíamos rescatar y volver interesantes. Es noticia la epidemia y es noticia la mortalidad ¿Cómo hacer noticia la “muerte” de la epidemia? Los indicadores, los testimonios y el dolor de los padres del millón y medio de niños que mueren al año en América por causa del neumococo, la neumonía, la meningitis neumocócica o la diarrea, terminan convertidos en paisaje para una opinión pública que cada día eleva más su nivel de tolerancia a las grandes tragedias ¿Cómo sacarlos de esa zona de insensibilidad y convertirlos en argumentos para que millones de padres abran ojos a las nuevas armas que les da la ciencia para proteger a sus hijos? Empecemos a conversar sobre enfoques novedosos e innovadores para tratar el tema de estas nuevas vacunas. Tienen la palabra